El suroccidente colombiano últimamente ha sufrido de un fuerte recrudecimiento de la violencia por parte de grupos ilegales y al margen de la ley, entre zonas de cordillera, pie de monte costero y zona de frontera, la presencia de estos ilegales en los territorios ha significado un grave riesgo para los pobladores y en particular para los líderes sociales y la fuerza pública.
Recientemente, la Fiscalía General de la Nación impuso una medida de aseguramiento en centro carcelario contra el presunto cabecilla de las disidencias de las Farc, Jeferson Alexis Reyes Caña, alias Grande.
De acuerdo con la investigación adelantada por el órgano de control, Reyes Caña sería el cabecilla de la disidencia Urías Rendón, siendo además el posible responsable de al menos siete homicidios de líderes indígenas en zona rural del departamento de Nariño en hechos ocurridos en los municipios de Lllorente, La Guayacana, Tumaco y Barbacoas entre 2022 y 2023.
Entre los crímenes por los que se imputó a alias Grande se encuentran delitos como homicidio agravado, fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego y concierto para delinquir agravado.
Por otra parte las investigaciones que adelanta la Fiscalía han avanzado en casos de los asesinatos de los líderes indígenas: Gerardo Nai Pastacuas, Berna Nastacuas Pai, Marlon Hernando García Pascal de la etnia Awa, Jhon Kevin Tainus Guanga, Dioselin García Bisbicus, Aejandro Taicus Pascal y Didier Cifuentes Celis.