Las comunidades indígenas del municipio de Cumbal, en Nariño, se movilizan este martes en el Puente Internacional de Rumichaca para exigir la reconstrucción de tres puentes que fueron destruidos en la última semana en la frontera con Ecuador. Según versiones extraoficiales, la decisión de derribar estas estructuras habría sido tomada por el Ejército ecuatoriano bajo el argumento de que eran utilizados para el contrabando y la movilización de grupos armados. Sin embargo, hasta el momento no ha habido un pronunciamiento oficial por parte del gobierno ecuatoriano.
El concejal de Cumbal, Juan Pablo Villacris, aseguró que la destrucción de estos puentes, ubicados en el corregimiento de Mayasquer, ha generado «indignación y sorpresa» en las comunidades afectadas. “Estos puentes ancestrales han sido el desarrollo socioeconómico de esta pequeña región”, afirmó.
Las autoridades indígenas y habitantes de la zona han solicitado la intervención de los gobiernos de ambos países para restablecer la conectividad y evitar el impacto en la economía local. “Las vías de desarrollo para ellos han sido estos puentes, el comercio bilateral con el vecino país del Ecuador, al no tener alternativas por el estado de la vía que conduce por el territorio colombiano”, explicó Villacris.
En la jornada de hoy, representantes de las comunidades de Cumbal y de otros municipios afectados, como Ricaurte, han convocado una manifestación pacífica en el paso fronterizo de Rumichaca. Aunque no se ha confirmado un cierre de la frontera, el concejal advirtió que la participación de los habitantes será masiva y no se descarta que se presenten bloqueos. “Posiblemente se pueda dar el cierre de la frontera, aunque no quisiéramos llegar hasta esas instancias, sino simplemente hacer una manifestación pacífica para que todas las miradas del Estado se inclinen hacia esta solicitud”, indicó.
Desde la destrucción de los puentes, las comunidades han quedado incomunicadas, lo que ha afectado su economía y su movilidad. “El escenario es bien complicado. Estos puentes han sido el medio de ese intercambio socioeconómico y quedarse de la noche a la mañana sin este medio los pone a pensar qué hacer”, señaló Villacris, advirtiendo que cruzar el río sin estas estructuras es prácticamente imposible debido a su caudal.
Las comunidades esperan que las cancillerías de Colombia y Ecuador atiendan su reclamo y busquen una solución para restablecer estos pasos que, según ellos, han funcionado por décadas como parte de la vida cotidiana en la región fronteriza.