En una denuncia por la comunidad del sector del Calvario, frente al presunto abandono de las instalaciones de la Escuela Hemógenes Zarama, el alacalde de Pasto, Nicolás Toro, llegó al lugar, dónde según él «por poco se llevan hasta los ladrillos» y lo calificó como un hecho de «verguenza y pena ajena».
El mandatario atendió las denuncias de la comunidad, quienes señalaron que allí se atendían a por lo menos 300 niños y que serían Juntas de Acción Comunal y administraciones anteriores, los responsables de aprobar el presunto desmantelamiento de la institución educativa.
Durante la visita de las instalaciones de la antigua escuela, Toro asumió el compromiso de convertirlas en un «centro útil pa la ciudad de Pasto», aún a la espera de confirmar los valores de inversión y el uso exacto de estas, se espera que la administración actual se haga cargo y recupere la infraestructura.