Un trágico accidente ocurrió en el kilómetro 49 de la vía Pasto-Ipiales, en jurisdicción del municipio de Yacuanquer, cuando un bus de turismo perdió los frenos y cayó por un precipicio. En el vehículo, que transportaba a 42 personas, incluidos dos conductores, murieron 13 pasajeros, entre ellos menores de edad, y resultaron heridas varias personas.
Lizeth Velázquez Rincón, una de las sobrevivientes, relató los momentos previos al siniestro: «El bus salió de Cali el jueves a las 8:30 p.m. Venían dos conductores, y uno de ellos, tras hacer el cambio de turno, comenzó a conducir de manera muy rápida. No nos dimos cuenta de que el bus estaba sin frenos hasta que derribó una talanquera en un peaje. Fue entonces cuando todos empezaron a gritar».
Según Lizeth, pese a las advertencias de los pasajeros para que el conductor desviara el vehículo hacia una montaña cercana, este no logró maniobrar y el bus terminó cayendo al vacío. «Yo me salvé al ponerme en posición fetal y sujetarme con una cobija. Cuando todo terminó, desperté entre matorrales, rodeada de muertos, incluida mi madre y otros familiares».
Lizeth asegura que buscará que el conductor sobreviviente responda legalmente por lo sucedido. «Esto no puede volver a pasar. Pido justicia, no dinero, y que esta persona no vuelva a poner en peligro más vidas».
La tragedia ha dejado en crisis a los familiares de las víctimas con múltiples complicaciones para trasladar los cuerpos: «Somos de Cali y no tenemos los recursos para llevar a nuestros seres queridos a su lugar de origen».
Las autoridades locales y organismos de socorro continúan investigando las causas del accidente y brindando apoyo a los afectados.